La dieta es uno de los elementos fundamentales para cuidar la piel. Por eso, desde la Fundación Flebológica Argentina ofrecen una serie de consejos para elegir los alimentos correctos
Para explicarlo sencillamente, la celulitis es la “gordura” que no puede perderse. Mientras la gordura normal se combate con un régimen común de dieta y ejercicios, la celulitis no, porque no es sólo grasa. Es un tejido con una consistencia similar a la gelatina que está formado por agua, grasa y residuos, atrapados en compartimientos inamovibles debajo de la piel. Éstos actúan como esponjas que absorben gran cantidad de agua, se hinchan y sobresalen, formando los bultos tan característicos.
Vemos entonces que la celulitis no es una gordura común. Y por esa razón las dietas más estrictas no dan resultado. Cuando la ingesta de alimentos es menor que la requerida, automáticamente el cuerpo obtiene las calorías faltantes quemando sus propias reservas de grasa. Esto hará que desaparezca la grasa en muchas áreas del cuerpo, pero la celulitis permanecerá, pues no se quema como la grasa normal.
La dieta adecuada consiste en purificar el cuerpo del exceso de agua y desechos tóxicos sin forzar a quemar las grasas en áreas innecesarias. De esta manera, evitamos la pérdida de grasa en zonas como el busto, que se volvería fláccido y caído, atentando contra la armonía del cuerpo.
¿En qué consiste una dieta anticelulítica?
Adquirir el hábito de una buena dieta anticelulítica, además de contribuir a evitar el exceso de peso, incrementa la eliminación de los desechos tóxicos; es decir, ayuda a la purificación del organismo. No se trata solamente de un menor consumo de calorías sino de la ingestión de alimentos preparados en forma natural, fáciles de digerir y que ayuden al organismo a quemar los desechos. Por eso están prohibidas las comidas que tienden a sobrecargar el hígado y dificultar la digestión.
La dieta anticelulítica es placentera y fácil de seguir porque su preparación es muy simple. La siguiente es una lista de los alimentos que básicamente la integran:
- Vegetales: en lo posible crudos.
- Frutas: también crudas.
- Ensaladas: aderezadas con aceites vegetales puros de buena calidad.
- Jugos de frutas.
- Huevos: preparados sin mantecas ni grasas.
- Quesos: poco grasosos.
- Yogur: con o sin frutas.
- Leche: descremada.
- Carne, aves, pescados: magros al horno o a la parrilla.
A esto hay que agregarle un consumo diario de ocho vasos de agua como mínimo.
La sal es usada en demasía por mucha gente y es uno de los factores que intervienen en el proceso celulítico. No olvidemos que éste es causado, en parte, por el agua atrapada en los tejidos. Y justamente es la sal la principal sustancia que retiene líquidos. Es, pues, importante disminuirla todo lo posible para prevenir esa retención y, además, para facilitar la salida del líquido ya acumulado.
Por la misma razón debe evitarse el consumo de alimentos enlatados, ya que para su conservación se usa sal.
Las comidas pueden realzarse perfectamente utilizando especias y hierbas como aderezo. Cualquiera de las siguientes especias pueden reemplazar maravillosamente a la sal: albahaca, tomillo, estragón, azafrán, romero, páprika, perejil fresco o seco, ajo, cebolla, jugo de limón, menta y clavo de olor.
Algunos consejos que ayudarán a eliminar y prevenir la celulitis son:
- Nunca coma rápido. Tómese su tiempo y mastique bien la comida
- Evite irritarse durante las comidas con discusiones, problemas o viendo televisión.
- La funciones del aparato digestivo se cumplen mejor si respetamos los horarios.
- Disfrute de sus comidas. Aunque su dieta le imponga restricciones, utilice la imaginación para crear menúes ricos e interesantes.
- Si la invitan a salir disfrute su salida. Si la invitan a un trago acepte sólo uno, preferentemente simple (whisky, con hielo o agua) y bébalo muy despaciosamente. Pero recuerde que esto es válido sólo para ocasiones especiales en que se encuentra en compañía.
Dra. Úrsula Tropper
Directora médica de Fundación Flebológica Argentina
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